No era un día cualquiera, no era un sábado normal. Era el día que podíamos ser campeones. Lo más importante ya lo teníamos, pero queríamos ser los mejores, los únicos y conseguir lo más difícil, ser campeones.
Sobre las 9:20 comenzaba el ritual típico de los partidos en nuestro casa. Entrabamos en los vestuarios, y mientras se daban las indicaciones del partido, nos vestíamos con los colores de nuestro club. Salimos a calentar y todo transcurría normalmente. Revisión de fichas sin novedad. Antes de comenzar el partido, un recuerdo a todo el tra
bajo realizado para ascender a preferente. Todos los miembros del equipo saltaron al campo con una camiseta con la leyenda. "JUNTOS Y SIEMPRE...¡ A PREFERENTE ! Una clara alusión a lo que debe ser un equipo, todos los hemos conseguidos, JUNTOS. Solo se vive una vez y lo recordaremos SIEMPRE.
Comenzaba el partido y aunque el equipo local era el claro dominador, llegó el gol del rincón. Pero antes del descanso, pondríamos el 1-1 en el marcador. En ese momento eramos campeones... pero aún quedaba mucho. Llegó el 2-1, dando la tranquilidad al conejitos, pero que solo aguantó durante unos minutos. Quedaban 10 minutos para el final y un inquietante empate ponía en tensión en el campo.
A partir de aquí... los pocos minutos se convirtieron en muchos y se convirtieron en eternos. Corría en minuto 35 y un disparo lejano de los visitantes hundió al conejitos que ya acariciaba el título. Lo que nadie esperaba o quería llegó, el balón entró y alejo las posibilidades de celebrar el título en casa. Pero el conejito era el único equipo que podía jugar para ser campeón, y ese equipo tenía que demostrar porque tenía ese privilegio. Luchar hasta el último aliento era la clave. Así ocurrió.
Los verde y morados se volcaron y sucedieron ocasiones tras otra hasta que el baló entró. El balón entró y el arbitro señaló gol, pero algo le hizo cambiar de opinión. La mano fue clara, cualquiera que estaba allí la puedo ver, y parece que él también la vio. Entre tanto se sucedieron momentos de tensión con expulsiones por parte de los dos equipos.
Y por fin llego el momento....minuto 42...Adri Ruiz regateo varias veces dentro del área, disparó y...es increíble como un balón atravesando una línea puede hacer feliz a tanta gente. Desató la locura, nos volvimos locos. Pero el arbitro nos entendió mal, y suspendió el partido hasta que viniera la policía. No ocurrió nada y se reanudaron los 3 minutos mas largos del mundo. El pitido final nos convirtió simplemente en los mejores, en los CAMPEONES de liga.
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